El Evangelio de este domingo nos da la clave de la vida de un cristiano: el amor a Dios y al prójimo como a nosotros mismos. El amor a Dios por sobre todas las cosas. Tan fácil de decir o pronunciar y tan fácil de olvidar u obviar en nuestro diario actuar.
El "sobre todas las cosas" nos desborda. Sin darnos cuenta, dejamos que hasta lo más pequeño nos distraiga.
Jesús le respondió: "El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que éstos"Mc 12, 28-34
Pareciera, quizá, que el mismo hecho de hablar sobre Dios a nuestros hijos pudiera ser perder el tiempo. ¿Será que entienden algo?
Y la verdad es que sí lo hacen. Captan todo. Tan sólo por tantear preguntamos a Rodrigo, nuestro hijo mayor, sobre lo que habíamos hablado antes. Su respuesta clara fue sobre "amar a Dios primero y después amar a las personas". Suficiente para ver que esas dudas, sobre si seguir hablándoles sobre los Evangelios, era pura tentación.
Esta semana nuestra actividad nos ayuda visualizar lo que Jesús respondió al escriba en el Evangelio. Los mandamientos se resumen en Amar a Dios y Amar al prójimo.
Otra actividad sencilla en la que necesitaremos las manos de los niños. Dos manos y diez dedos. Diez dedos que representan cada mandamiento pero que se resumen en dos mayores cuya clave es el amor.
Actividad: El resumen de los mandamientos.
Materiales:
Papel
Lápiz
Tijeras
Pintura
Broches para pintar
Pegamento
Proceso
Doblar una hoja por mitad y trazar la mano, de tal modo que al recortarlo podamos obtener dos manos plegables.
Al recortar el trazo obtendremos algo así.
Pegamos las manos en otra hoja de papel y unimos los dedos de modo que su unión deje la forma del corazón, en medio.
Mientras seguimos hablando sobre los mayores mandamientos vamos pintando el corazón. Todo el simbolismo surge en este momento y es cuando los niños están más atentos.
Una de las manos representará el amor a Dios sobre todas las cosas y la otra amar al prójimo como a uno mismo. El amor como centro.
Proposito para esta semana:
¿Qué puedo hacer para amar a Dios primero en mi vida?
Muchas bendiciones y hasta la proxima semana.
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