El Evangelio de este Domingo nos muestra una escena de la falta o la tenencia de Fe. Según ella se escoge uno u otro camino.
Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.
La Fe es primero don y requiere de una respuesta. Así unos responden y otros hacen caso omiso.
Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
La Fe exige respuesta continua, ser alimentada día a día, pero ¿Cómo hacer para alimentarla y que crezca más?
«Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.» S. Jn 6, 60...
La Fe es el tópico de esta semana. Y es lo que fuimos e iremos hablando con los niños.
Es un camino en el que hay que elegir y por el que hay que andar, por más contratiempos que se nos presenten.
La Fe es una semilla que se planta y que ha de desarrollarse con los componentes necesarios. Y he allí el ejemplo concreto para ayudar a entender a nuestros niños.
Sin previa preparación de nuestra parte hablábamos con el mayor.
Mamá: ¿Qué necesitamos para tener fe y estar con Dios?
Rodrigo: Amar y hablar con Dios.
Es la clave. Hablar con Dios en la oración para conocerlo y así amarlo más y más. Sin esos momentos en trato exclusivo con Dios difícilmente podremos adentrarnos en ese alimentar la vida en el espíritu.
Es importante, desde pequeños, transmitir esto a nuestros niños. Sembrar la semilla en ellos y que Dios haga crecer y florecer ese don preciado de la Fe.
La Planta es como nuestra Fe
Materiales:
Envases
Semillas
Tierra para cultivo.
Agua
Sol
Aspiradora (de seguro que habrá mucho que limpiar después).
Proceso
Adquirir las semillas. Asegurarse que sean de plantas o vegetales, etc. de la temporada. En nuestro caso nos aseguramos de que ellos ayuden en la elección de las mismas.
Aunque hay en venta tierras de cultivo previamente preparadas, nosotros dejamos que los niños excavasen un poco en el jardín para obtenerla. Un poco más de actividad para ellos.
Ponemos la tierra en el envase.
Humedecer la tierra.
Hacer un agujero para la semilla.
Introducir la semilla y cubrirlas con la tierra, añadiendo un poco más de agua. Se puede dejar al aire libre para que reciba los rayos del sol. Nosotros optamos por dejarlos al lado de una ventana por las continuas lluvias.
Por último, seguimiento continuo. Siempre checar que la tierra tenga algo de humedad y sol para que la semilla pueda desarrollarse.
Y eso es todo.
En caso de que no gusté todo este proceso, se puede simplemente comprar ya la flor o vegetales algo crecidos y tan sólo se les encarga cada día para que tengan el cuidado necesario de ella.
Nota: en las subsiguientes semanas ya les mostraremos los resultados de nuestra actividad y el trabajo diario de nuestros pequeños.
Propósito para esta semana:
Hablar con Dios y de Dios en familia.
Bendiciones para vuestras familias.
Comments